Han habido cambios en la educación, política y leyes, sin embargo, muchos casos no son resueltos por la Justicia

Las denuncias de agresiones sexuales a bordo de buques mercantes  han puesto al sector del transporte marítimo en el punto de mira. La profesión es mayoritariamente  masculina y ha tardado en avanzar en cambios que otras industrias adoptaron hace un tiempo atrás. El caso de Hope Hicks, una cadete que cuando tenía 19 años fue violada por un grupo de oficiales superiores en 2019 a bordo de un car carrier, ayudó a desencadenar una reevaluación de la cultura del lugar de trabajo y cambios en las políticas y leyes que lo rigen, sin embargo, según WSJ, muchos casos siguen cayendo en un vacío procesal. 

Lo que se ha hecho 

El Congreso de EE. UU. aprobó en 2022 una ley para reforzar la supervisión y las investigaciones de presuntas agresiones sexuales y acoso en el transporte marítimo. La Organización Marítima Internacional (OMI) ordenó nuevos programas de formación para la gente de mar. En tanto, los armadores han facilitado la presentación de denuncias y han intentado aumentar la proporción de trabajadoras.

A pesar de los cambios, los procesamientos son poco frecuentes. La ley de 2022 amplió las competencias de los guardacostas para hacer frente al acoso y los abusos sexuales en los buques de bandera estadounidense, independientemente del lugar por el que naveguen. 

Pero la gran mayoría de los buques pertenecen a registros fuera de EE.UU., por lo que lo que ocurre en esas naves es responsabilidad de países que suelen tener leyes más débiles. En los casos que afectan a buques estadounidenses, sólo el Departamento de Justicia puede emprender acciones judiciales, cosa que rara vez se hace. Eso significa que la mayoría de esos casos se devuelven a la Guardia Costera, que suele ofrecer retirar los cargos a cambio de revocar las licencias de los presuntos autores.

Caso Hicks 

Hicks denunció el incidente a la Guardia Costera durante su último año en la Academia de la Marina Mercante de Estados Unidos en Kings Point, Nueva York. En junio de 2022, presentó una demanda contra el operador del buque, Maersk. El caso se resolvió cinco meses después. 

Tras el caso, Maersk ha puesto en marcha una línea directa de denuncias y está formando a toda su tripulación de 12.500 tripulantes sobre cómo afrontar y denunciar los abusos en el mar. También ha introducido una política para que haya al menos dos mujeres tripulantes en sus buques.

La Guardia Costera pasó seis meses investigando las acusaciones de Hicks contra el ingeniero jefe, Edgar Sison, antes de acusarle de agresión criminal y enviar el caso al Departamento de Justicia. Después de llevar a cabo su propia investigación, que duró aproximadamente un año, la agencia se negó a procesarlo. Sison renunció a su licencia en 2023.

El caso de Hicks llevó al Congreso a aprobar la Ley de Mares más Seguros, que obligaba a las líneas navieras estadounidenses a denunciar los casos de acoso a la Guardia Costera. La ley también obligaba a los operadores a instalar cámaras de seguridad fuera de los camarotes de la tripulación. 

Ryan Melogy, un abogado marítimo que ha representado a víctimas de acoso, incluida Hicks, dijo que ha llevado ocho casos en los últimos tres años, con cuatro presuntos autores entregando sus licencias de tripulantes, tres suspendidos hasta 15 meses y uno pendiente. 

Navegación insegura 

Los buques mercantes ya figuran entre los lugares de trabajo más inhóspitos del mundo, especialmente para las mujeres. Alrededor del 95% de los oficiales de los buques son hombres y la jerarquía se aplica estrictamente, lo que, según abogados y presuntas víctimas, dificulta aún más que un miembro de la tripulación haga públicas sus acusaciones contra un superior.

Otro obstáculo es que muchos tripulantes trabajan con contratos temporales, un estatus que puede hacerles recelosos a la hora de denunciar casos de acoso por miedo a ganarse la reputación de ser “difíciles de tratar”. 

Fuente: Mundo Marítimo

https://www.mundomaritimo.cl/noticias/vacios-procesales-afectan-denuncias-de-agresiones-sexuales-y-acoso-a-bordo-de-buques