Por qué puertos son clave para una transacción laboral justa en un futuro automatizado

Casi el
90% del comercio mundial pasa por los puertos, donde la automatización está
reconfigurando los empleos tradicionales y suscitando preocupaciones sobre
seguridad laboral.
Cuando 45
000 trabajadores portuarios iniciaron una huelga en Estados Unidos en
octubre de 2024, no se trató solo de un conflicto laboral, sino de un alerta
para el comercio mundial. Los trabajadores portuarios son esenciales para el
movimiento de casi el 90% de las mercancías del mundo, conectando todo tipo de
bienes —desde alimentos y suministros médicos hasta automóviles y aparatos
electrónicos —con sus destinos.
Pero a
medida que los puertos se automatizan para aumentar la eficiencia y reducir las
emisiones, estos trabajadores se preguntan qué les depara el futuro. La
automatización promete operaciones más seguras y fiables, pero también amenaza
con desplazar a las mismas personas que mantienen estos sistemas críticos en
funcionamiento.
Las
recientes huelgas plantean, pues, una cuestión crucial: ¿pueden los puertos
perseguir el progreso tecnológico y ambiental sin sacrificar a su fuerza
laboral?
Para
muchos trabajadores portuarios, la automatización no es simplemente un paso
adelante, sino una amenaza potencial para medios de vida construidos durante
generaciones. Un informe de 2022 de Economic Roundtable reveló que la
automatización eliminó 572 empleos a tiempo completo en dos terminales de los
puertos de Long Beach y Los Ángeles en 2020 y 2021 — una clara señal de la
magnitud de su impacto en la fuerza laboral portuaria.
Sin
embargo, si los puertos se comprometen a reinvertir los ahorros derivados de la
automatización en la creación de empleo y en proyectos de resiliencia al cambio
climático, esta transición podría aportar beneficios a largo plazo para los
trabajadores y las comunidades.
En los
dos últimos años, los trabajadores portuarios de Canadá y Estados Unidos han
reclamado aumentos de salario que reflejen las exigencias de un entorno laboral
difícil y a menudo peligroso, así como límites a la automatización para
salvaguardar sus puestos de trabajo.
La huelga
de 13 días en los puertos canadienses en julio de 2023 causó disrupción en
el comercio equivalente a casi 9700 millones de dólares canadienses (7400
millones de dólares estadounidenses) y provocó un efecto dominó en todas las
cadenas de suministro. El mensaje de estas acciones laborales es claro: si los
puertos quieren avanzar en la automatización y los objetivos climáticos, deben
hacerlo de manera que también apoye la seguridad laboral y la resiliencia de la
comunidad.
Los
puertos y la transición justa
Pero,
¿qué es un enfoque equilibrado de automatización y cómo pueden los puertos
liderar una transición justa? Al reconocer su papel estratégico en la acción
por el clima, los puertos pueden convertir la inversión en nuevas tecnologías —
como la automatización — en oportunidades de crecimiento que refuercen, en
lugar de reducir, la seguridad laboral.
En otras
palabras, la automatización no tiene por qué traducirse en una pérdida neta de
puestos de trabajo, sino que puede abrir las puertas a nuevos roles en las
áreas de energías limpias, infraestructuras y resiliencia climática, que
beneficien a los trabajadores y a las comunidades.
La
automatización pretende optimizar las operaciones, permitiendo que las
terminales funcionen de forma más eficaz y segura las 24 horas del día. La
automatización de grúas, puertas y equipos de manipulación de cargas permite a
los operadores de puertos y terminales agilizar las operaciones, mejorar la
eficiencia en costos y tiempo y reducir el riesgo de errores humanos y
accidentes.
Combinada
con una infraestructura electrificada de bajas emisiones, alimentada por
fuentes de energía renovables como la eólica y la solar, la automatización de
las terminales contribuye a reducir la contaminación atmosférica y las
emisiones de gases de efecto invernadero, creando entornos más limpios y
saludables para los trabajadores y las comunidades vecinas.
Además de
estas mejoras operativas, la automatización puede ayudar a los puertos a
reutilizar el espacio que antes albergaba tareas humanas, abriendo nuevas áreas
para iniciativas de energía limpia e infraestructuras resilientes al cambio climático.
Por
ejemplo, a medida que surgen combustibles más limpios, como el etanol y el
hidrógeno verde, para descarbonizar los buques de carga, las embarcaciones
portuarias y los ferrocarriles, los puertos pueden convertirse en nodos vitales
para el almacenamiento y la distribución de estos combustibles.
Del mismo
modo, los puertos están en una posición única para servir como centros de
manufactura y servicios de energías limpias. Algunos tipos de proyectos, como
el desarrollo de la energía eólica marina, requieren un mantenimiento y gestión
continuos. Con sus calificaciones actuales, los trabajadores portuarios están
bien posicionados para hacer la transición a estas funciones climáticamente
positivas con una reconversión profesional focalizada.
Para que
estos nuevos empleos sean opciones atractivas para la fuerza laboral, los
puertos y operadores de terminales deben invertir en programas de reciclaje
accesibles, que apoyen a los trabajadores y se ajusten a sus necesidades. Este
enfoque proactivo puede proporcionar empleos estables y a largo plazo para los
trabajadores portuarios, aliviando las preocupaciones sobre seguridad laboral
mientras se modernizan los puertos.
Para
garantizar el éxito de la transición, los puertos deben dar prioridad a
iniciativas que doten a los trabajadores de habilidades para prosperar en una
industria moderna y respetuosa con el clima. Al comprometerse con sólidos
programas de reciclaje y desarrollo de habilidades, los puertos pueden preparar
a su fuerza laboral para los nuevos roles, apoyando el crecimiento económico
sostenible y la seguridad laboral a largo plazo.
Preparar
a las comunidades
Sin
embargo, la acción climática debe ir más allá de reducir la contaminación y las
emisiones. Los puertos también desempeñan un papel crucial para ayudar a las
comunidades a adaptarse a los impactos climáticos y prepararse para retos como
la subida del nivel del mar y las tormentas más fuertes.
Las
ciudades costeras y los puertos se enfrentan a mayores riesgos climáticos, y
estos últimos pueden abogar por proyectos sostenibles, incluidas soluciones
basadas en la naturaleza y el refuerzo de las infraestructuras. Combinando
modernización con adaptación al cambio climático, los puertos pueden mejorar la
resiliencia ambiental y fomentar un crecimiento económico que beneficie a los
trabajadores y a las comunidades.
Para
lograr esta transición, los puertos necesitan la participación de todos los
trabajadores afectados. Es necesario establecer una visión de corto, medio y
largo plazo que tenga en cuenta cómo se producirá la transición para la fuerza
laboral.
En
su Informe sobre el futuro del empleo 2023, el Foro Económico Mundial hace
hincapié en este equilibrio crucial entre aprovechar la tecnología para el
progreso económico y crear oportunidades de empleo. Es esencial tenerlo en
cuenta a la hora de desarrollar políticas que reconozcan los derechos de los
trabajadores y la importancia de la innovación, y prioricen el crecimiento
inclusivo y sostenible.
Con una
visión clara y un plan estratégico de transición, los puertos y los operadores
de terminales estarán mejor equipados para formar y adecuar a los trabajadores
afectados a las nuevas funciones.
Alemania y Suecia ya
están desarrollando marcos de transición justa que apoyan a los trabajadores
para que adquieran nuevas habilidades, preparándolos para empleos en la
economía verde. En Alemania, el plan nacional de eliminación progresiva del
carbón incluye una financiación sólida para el reciclaje profesional y la
diversificación económica, garantizando que los trabajadores desplazados por la
automatización o las políticas ambientales tengan vías de acceso a un empleo
estable.
Suecia ha
investido intensamente en iniciativas de aprendizaje permanente, ofreciendo
amplios programas de formación y reciclaje para forjar una fuerza laboral
flexible y adaptable en medio de las transformaciones de las industrias. Estas
iniciativas ponen de relieve cómo las políticas proactivas pueden conducir a
transiciones sostenibles y equitativas.
Mientras
siguen automatizándose y adaptándose a nuevas regulaciones climáticas, los
puertos tienen que elegir: reforzar el statu quo o redefinir el papel del
trabajo en un futuro transformador y sostenible.
Atendiendo
a las necesidades de los trabajadores de contar con empleos seguros y en
evolución dentro de un marco ambientalmente responsable, los puertos pueden
liderar la construcción de comunidades resilientes e inclusivas. A través de
una transición justa, los trabajadores portuarios pueden impulsar un cambio
positivo, fortaleciendo la industria y haciéndola más adaptable para las
generaciones futuras.
Fuente:
World Economic Forum
https://es.weforum.org/stories/2024/11/por-que-los-puertos-son-clave-para-una-transicion-laboral-justa-en-un-futuro-automatizado/