Muelle de cabotaje en Lázaro Cárdenas, un proyecto parsimonioso 

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El inicio de operaciones de esta obra ahora está ligado a un proceso de licitación pública con el que se designará a su operador.

El cabotaje marítimo en México ha recibido un nuevo impulso con la inauguración de un muelle construido ex profeso en el puerto de Lázaro Cárdenas, aunque esta obra de infraestructura que se concretó en un periodo de dos años y medio tomará aún más tiempo para iniciar operaciones.

El pasado 18 de septiembre autoridades portuarias federales y del propio puerto michoacano celebraron un evento en donde se destacó, entre otros, la conclusión de las obras de construcción del muelle de cabotaje, donde se destinó una inversión de 590 millones de pesos para contar con un frente de agua de 350 metros de longitud, un patio de operación y sistema de alumbrado.

En entrevista con T21, el vicealmirante Anselmo Osorio, director general de la Administración del Sistema Nacional Portuario (Asipona) Lázaro Cárdenas, indicó que el inicio de operaciones del muelle de cabotaje está ligado ahora a un proceso administrativo-legal en el que la autoridad portuaria lanzará, a finales de octubre o principios de noviembre, una licitación pública en la que los interesados podrán concursar por un contrato de cesión parcial de derechos para ofrecer servicios de maniobras de carga y descarga en el muelle.

Osorio Fraga detalló que en este momento se encuentran recabando información de organismos como el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin), la Dirección General de Puertos y la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), entre otros, para el desarrollo de la licitación pública. Así mismo, indicó que al menos cinco empresas han manifestado su interés en participar en el concurso, aunque no reveló sus nombres.

“El posible cesionario que se interese tiene que cumplir con una serie de requisitos en donde nos tiene que explicar (…)para qué va a utilizar el muelle, específicamente que puede ser como terminal de usos múltiples que incluye el cabotaje, es decir, el muelle ofrece los servicios para que pueda operar en él, desde granel mineral, granos, carga de granos, los mismos contenedores, si el barco como tal posee las grúas para hacer la maniobra, fluidos, es decir, carga en general, que incluye, repito, el propio cabotaje para que sea la mercancía embarcada o desembarcada desde el muelle para ser trasladada a otros muelles a nivel nacional”, explicó el director general de la Asipona Lázaro Cárdenas.

Además, algo que también vendrá incluido en el contrato de cesión parcial de derechos es que el ganador del concurso tendrá que realizar un proceso de dragado para alcanzar el calado suficiente para que puedan ingresar los barcos al muelle. La profundidad requerida es de entre 15 a 17 metros. “Es parte de la inversión que ellos van a hacer para poder operar el muelle”, aseguró Anselmo Osorio.

El cabotaje marítimo en México ha recibido un nuevo impulso con la inauguración de un muelle construido ex profeso en el puerto de Lázaro Cárdenas, aunque esta obra de infraestructura que se concretó en un periodo de dos años y medio tomará aún más tiempo para iniciar operaciones.

El pasado 18 de septiembre autoridades portuarias federales y del propio puerto michoacano celebraron un evento en donde se destacó, entre otros, la conclusión de las obras de construcción del muelle de cabotaje, donde se destinó una inversión de 590 millones de pesos para contar con un frente de agua de 350 metros de longitud, un patio de operación y sistema de alumbrado.

En entrevista con T21, el vicealmirante Anselmo Osorio, director general de la Administración del Sistema Nacional Portuario (Asipona) Lázaro Cárdenas, indicó que el inicio de operaciones del muelle de cabotaje está ligado ahora a un proceso administrativo-legal en el que la autoridad portuaria lanzará, a finales de octubre o principios de noviembre, una licitación pública en la que los interesados podrán concursar por un contrato de cesión parcial de derechos para ofrecer servicios de maniobras de carga y descarga en el muelle.

Osorio Fraga detalló que en este momento se encuentran recabando información de organismos como el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin), la Dirección General de Puertos y la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), entre otros, para el desarrollo de la licitación pública. Así mismo, indicó que al menos cinco empresas han manifestado su interés en participar en el concurso, aunque no reveló sus nombres.

“El posible cesionario que se interese tiene que cumplir con una serie de requisitos en donde nos tiene que explicar (…)para qué va a utilizar el muelle, específicamente que puede ser como terminal de usos múltiples que incluye el cabotaje, es decir, el muelle ofrece los servicios para que pueda operar en él, desde granel mineral, granos, carga de granos, los mismos contenedores, si el barco como tal posee las grúas para hacer la maniobra, fluidos, es decir, carga en general, que incluye, repito, el propio cabotaje para que sea la mercancía embarcada o desembarcada desde el muelle para ser trasladada a otros muelles a nivel nacional”, explicó el director general de la Asipona Lázaro Cárdenas.

Además, algo que también vendrá incluido en el contrato de cesión parcial de derechos es que el ganador del concurso tendrá que realizar un proceso de dragado para alcanzar el calado suficiente para que puedan ingresar los barcos al muelle. La profundidad requerida es de entre 15 a 17 metros. “Es parte de la inversión que ellos van a hacer para poder operar el muelle”, aseguró Anselmo Osorio.

Durante el sexenio del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, las autoridades portuarias afirmaron que se daría un mayor impulso al cabotaje marítimo ante la oportunidad que tiene el país de contar con dos extensos litorales, Pacífico, Golfo de México y el Caribe, para el movimiento de mercancías. Incluso implementaron tarifas especiales para incentivar a las empresas.

Sin embargo, especialistas consultados por T21 refieren que existen varios elementos que desincentivan a las empresas a considerar este tipo de transporte en sus cadenas de suministros. El primero son las largas distancias en las que se encuentran sus centros productivos de los puertos, es decir, las principales zonas industriales están colocadas en la región centro, bajío y norte, ya que existe una fuerte conexión comercial con Estados Unidos, y por eso mismo ha prevalecido el transporte terrestre sobre el marítimo.

Otra situación que se presenta es el contacto que deben tener las mercancías de cabotaje con la aduana mexicana, lo que genera un retraso en tiempo y costos para las empresas, a pesar de que no es carga internacional que se le exija un cumplimiento de impuestos o la presentación de certificados.

Pero también, la poca actividad de cabotaje que se presenta en el país se ve reflejada en la escasa oferta de marina mercante con bandera mexicana que brinde servicios regulares entre puertos.

En los primeros siete meses de 2024, los puertos mexicanos registraron un movimiento total de 31 millones 255 mil 116 toneladas en servicios de cabotaje, esto es un 7.8% menos comparado con el mismo periodo del año pasado, de acuerdo con las estadísticas de la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante (CGPMM) de la Secretaría de Marina.

En el caso específico de Lázaro Cárdenas, el puerto suma un millón 737 mil 363 toneladas en maniobras de cabotaje, lo que representa una caída a tasa anual de 29.5%, de acuerdo con los periodos de referencia.

Fuente: GupoT21

https://t21.com.mx/muelle-de-cabotaje-en-lazaro-cardenas-un-proyecto-parsimonioso/