El transporte marítimo es esencial para el comercio
mundial, pero lamentablemente los buques funcionan con combustibles fósiles, lo
que produce gases de efecto invernadero (GEI) nocivos. Aproximadamente el 2,5%
de las emisiones mundiales de CO2 (940 MtCO2) al año se atribuyen al transporte
marítimo. Estas emisiones contribuyen al aumento de las temperaturas y,
finalmente, conducen al cambio climático. De hecho, para hacerse una idea, un
envío desde China a Europa, produce 1.913 kg de CO2 por contenedor, reporta
xChange.
En 2018, la OMI elaboró un marco para reducir las
emisiones de GEI en el transporte marítimo internacional. Este marco se
denominó Estrategia inicial de GEI de la OMI. La estrategia tiene dos objetivos
para ayudar a alcanzar los objetivos de temperatura establecidos por el Acuerdo
de París:
·
Reducir las
emisiones totales anuales de GEI del transporte marítimo en un 50% para 2050 en
comparación con los niveles de 2008.
·
Eliminar
gradualmente las emisiones del transporte marítimo lo antes posible en este
siglo.
Muchas líneas navieras ya se están subiendo al
“carro verde” y adoptando nuevas iniciativas para ayudar a reducir las
emisiones de carbono. Algunos ejemplos son los siguientes:
Maersk implementó
un servicio abastecido con metanol, lo que la ha convertido en la
primera línea naviera del mundo en operar con combustible verde. Además, ha
realizado un pedido de 25 buques que funcionarán con metanol verde. Siguiendo
esta tendencia, otros líderes de la industria como, CMA CGM, Cosco Shipping,
HMM, Stena Bulk, Hafnia y XpressFeeders han tomado medidas similares.
En julio de 2023, COSCO Shipping botó
con éxito un buque portacontenedores eléctrico (N997) con una capacidad de 700
TEUs.
MSC,
por su parte, se ha unido a SEA-LNG, una coalición industrial multisectorial
que aboga por los beneficios de la vía del GNL como medio para lograr la
descarbonización marítima (considerando que el GNL se trata de un combustible
de transición hacia los combustibles verdes).
La naviera car carrier Wallenius Wilhelmsen,
no sólo ha encargado buques listos para el ser abastecidos con e-metanol, sino
que también ha hecho preparativos para introducir buques propulsados por
amoníaco en su flota.
DB Schenker y Hapag-Lloyd firmaron un acuerdo para reducir las
emisiones en el transporte de contenedores mediante el uso de biocombustibles a
base de desechos y residuos.
Evergreen ha
llevado a cabo una inspección y un cálculo sistemáticos de los inventarios de
emisiones de gases de efecto invernadero para sus operaciones comerciales, alineándose
con su compromiso con las políticas de protección ambiental.
Además, varios puertos importantes, incluidos los
de China, Singapur, Melbourne, Suecia y Egipto, han comenzado a proporcionar
combustible de metanol verde y a establecer servicios de abastecimiento de
combustible de metanol verde para buques portacontenedores.
De acuerdo con xChange otras medidas que pueden
ayudar al proceso de transición son:
·
Utilizar
almacenamiento en baterías: el progreso en el almacenamiento de energía
permitirá la descarbonización. Allanará el camino para los buques totalmente
eléctricos. En esa línea “Ampere”, el primer ferry totalmente eléctrico de
Noruega, reduce las emisiones del transporte marítimo en un 95% y los costos en
un 80%.
·
Reducción de la
velocidad de navegación: Este método es capaz de disminuir el consumo de
combustible. Una reducción del 12% en la velocidad media en el mar conduce a
una disminución media del 27% en el consumo diario de combustible.
·
Medidas
incrementales: Aunque en su mayoría son a corto plazo, ayudan a reducir las
emisiones por buque hasta en un 5%. Las líneas navieras pueden mejorar el
diseño del casco u optimizar las hélices. Las posibles mejoras también incluyen
la reducción de la fricción con el agua. En esa línea, las navieras pueden
equipar las proas de los buques con extensiones bulbosas debajo de la línea de
flotación para reducir la resistencia. O incluso pintar cascos con
revestimientos de baja fricción.
·
Utilizar energía
renovable: Esto reduce significativamente las emisiones de carbono. En el
transporte marítimo, el uso de la asistencia del viento o la energía eólica
para la propulsión, van en esa línea.
·
Cambiar al
combustible verde -Más de 90.000 buques representan la quema de casi 2.000
millones de barriles del fueloil pesado. Las reducciones más significativas se
producen con el cambio de combustible a uno con bajo contenido de azufre. Según
la normativa IMO 2020, solo se puede utilizar un 0,5% de azufre en el
combustible para buques comerciales a nivel mundial, lo que permite reducir la
emisión de dióxido de azufre (SO2).
Fuente: Mundo Marítimo
https://www.mundomaritimo.cl/noticias/las-alternativas-de-la-industria-maritima-para-reducir-sus-emisiones