Desafíos Marítimos del Cambio Climático

México es
parte de un sistema global interconectado, donde factores como la atmósfera y
los océanos trascienden fronteras. Su equilibrio es tan frágil que incluso la
más mínima alteración puede desencadenar efectos ambientales y geopolíticos de
gran alcance.
A lo
largo de la historia, el clima, la geopolítica y el poder marítimo han moldeado
el orden mundial. Desde la tormenta que inclinó la balanza a favor de los
griegos en la batalla naval de Salamina hasta los huracanes que cada año
impactan las costas mexicanas, los océanos han sido escenario de conflictos y
desafíos que han definido el destino de las naciones.
El clima
ha sido objeto de estudio de pensadores como Karl Ritter, quien concibió la
geografía como la ciencia del globo viviente, y Rudolf Kjellén, quien definió
la geopolítica como la disciplina que considera al Estado un organismo
geográfico o un fenómeno en el espacio.
En este
contexto, México, como nación bioceánica con recursos marinos estratégicos,
enfrenta el reto del cambio climático, un fenómeno que redefine el equilibrio
global de poder, altera las relaciones internacionales y transforma el comercio
y la seguridad marítima.
Según la
Organización Meteorológica Mundial, el cambio climático se refiere a las
variaciones en el estado del clima, identificadas por cambios en su promedio
y/o variabilidad, que perduran por períodos prolongados, generalmente de
décadas o más.
Uno de
los efectos más trascendentales del cambio climático es el derretimiento del
Océano Ártico como consecuencia del calentamiento global.
De
acuerdo con el Programa de Monitoreo y Evaluación Ártico de la ONU, para 2040
podría desaparecer hasta el 20% del hielo permanente, lo que abriría nuevas
rutas marítimas, reduciría distancias entre continentes y transformaría el
comercio global. Si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan en
aumento, para 2080 hasta dos tercios del hielo ártico podrían derretirse,
generando graves repercusiones en la seguridad ambiental y la estabilidad
geopolítica mundial.
Este
escenario intensifica las tensiones geopolíticas al aumentar la competencia
entre potencias por el control de estos corredores y la explotación de sus
recursos estratégicos.
México no
es ajeno a esta realidad y enfrenta desafíos significativos en el ámbito
marítimo, siendo el principal garantizar la seguridad de la vida humana y la
preservación ecológica.
El
aumento de la temperatura, la acidificación oceánica y las variaciones en
vientos y corrientes intensificarán los fenómenos hidrometeorológicos,
afectando a comunidades costeras e insulares. Además, la elevación del nivel
del mar amenaza con la desaparición de cayos e islotes y el retroceso de la
línea costera, lo que podría reducir la superficie marítima de México según el
derecho internacional.
Los
cambios en la circulación oceánica alterarán la migración de especies marinas,
afectando la pesca y la seguridad alimentaria. Así mismo, el incremento del
tráfico marítimo por nuevas rutas navegables elevará el riesgo de actividades
ilícitas como piratería, narcotráfico y tráfico de armas y personas.
A pesar
de los desafíos, México puede fortalecer su poder marítimo para proteger a su
población y consolidarse como un actor clave en la dinámica global.
La
modernización portuaria lo convertirá en un nodo estratégico del comercio
marítimo, mientras que el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec
impulsará su competitividad global.
La
optimización de la industria naval dotará a su flota de capacidades para
adaptarse a un entorno cambiante. La Marina Mercante aprovechará el crecimiento
del comercio marítimo internacional, mientras que una Armada moderna y
robustaserá esencial para proteger los intereses marítimos nacionales y
afrontar los nuevos desafíos en seguridad y defensa.
La
investigación científica desempeñará un papel crucial en la cooperación
internacional, contribuyendo al monitoreo ambiental, el desarrollo de sistemas
de alerta temprana y la reducción de riesgos.
El cambio
climático es un factor clave en la geopolítica del siglo XXI. México, como país
bioceánico, tiene la oportunidad de enfrentar estos desafíos convisión
estratégicapara alcanzar un desarrollo sustentable con bienestar y humanismo.
Como el
navegante que no puede domar la tempestad, pero sí orientar su vela, México ha
de hallar en la educación, la ciencia y la innovación el rumbo hacia un futuro
seguro y sostenible.
Fuente:
Milenio
https://www.milenio.com/opinion/capitan-ali-barcelata-luna/columna-invitada/desafios-maritimos-del-cambio-climatico