Como lograr barcos mercantes más sostenibles

Luis
Alfonso Díaz Secades, Universidad de Oviedo; Andrés Meana-Fernández,
Universidad de Oviedo, and Roberto Martínez Pérez, Universidad de Oviedo
No es una
sorpresa saber que muchas de nuestras pertenencias provienen de países lejanos.
Gran parte del comercio textil y electrónico se origina en Asia y muchas de las
frutas que se consumen en España, por ejemplo, llegan de Sudamérica. Incluso
algo tan español como el plátano de Canarias se transporta en barco hasta la
península ibérica. Hoy, el 80% de las mercancías internacionales utilizan
el transporte marítimo para llegar hasta su destino.
Los
buques mercantes suponen alrededor del 3 % de las emisiones de CO₂
producidas por la actividad humana. Este porcentaje, aun pareciendo escaso,
podría triplicarse si la descarbonización del sector no se toma en serio. Según
la Organización Marítima Internacional, el 32 % de la reducción de
emisiones en el sector marítimo se logrará mediante la eficiencia energética.
Por eso, es fundamental implementar medidas y tecnologías para lograr un
transporte igual de eficaz, pero con un menor consumo energético.
Acciones
en curso
La Organización
Marítima Internacional es el organismo especializado de Naciones Unidas
encargado de prevenir la contaminación marítima. Ya en 1997 sentó las
bases con la llamada Resolución 8. En este documento, se identificaba al CO₂
como un gas de efecto invernadero, siguiendo la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
En 2000,
tres años más tarde, se publicó el Primer Informe sobre Gases de Efecto
Invernadero, con un inventario de emisiones. Este reveló que, en 1996, el
transporte marítimo suponía el 1,8 % de las emisiones globales de CO₂.
Actualmente, se está trabajando en la quinta edición del informe, prevista para
2026.
En 20
años, la Organización Marítima Internacional ha desarrollado medidas como
el Índice de Eficiencia Energética de Proyecto, similar a las etiquetas energéticas
de los electrodomésticos del hogar.
También
se miden las emisiones de cada buque, la carga que transporta y la distancia
que recorre cada año. Con esta información se calcula el Indicador de
Intensidad de Carbono o IIC, que recoge el impacto ambiental real de cada
buque.
Un barco
muy eficiente podría contaminar más si navega más tiempo. Por el contrario,
otro menos eficiente podría contaminar menos si navega menos. El IIC sirve para
detallar esta información.
Soluciones
más eficientes y sostenibles
El diseño
hidrodinámico y aerodinámico de los barcos puede mejorarse mediante la
investigación, con el fin de reducir el uso de combustible.
Por otra
parte, los motores térmicos liberan un calor residual que se puede
aprovechar para alimentar otros sistemas auxiliares del buque. Si se
implantan sistemas de recuperación de ese calor residual, se reduce el consumo
de combustible, aumentando la eficiencia energética.
Se pueden
utilizar combustibles más respetuosos con el medio ambiente, como gas
natural licuado, amoniaco, biocombustibles o metanol. En embarcaciones más
pequeñas, cabe la posibilidad incluso de optar por la energía eléctrica. Los
combustibles también pueden usarse junto con otras fuentes de energía
renovables, como solar y eólica.
Estas
medidas de eficiencia energética pueden complementarse con una planificación de
operaciones adecuada para reducir tiempos de espera y optimizar las rutas
marítimas. Este aspecto se ha visto y se verá muy beneficiado por la
digitalización y automatización en el futuro próximo.
Una
mirada hacia el futuro
Por
desgracia, las medidas actuales son insuficientes. Del 30 de septiembre al 4 de
octubre de 2024, se celebró el 82.º periodo de sesiones del Comité para la
Protección del Medio Marino. Esta reunión es uno de los eventos más importantes
de la Organización Marítima Internacional, donde participan gobiernos de todo
el mundo.
Uno de
los temas centrales fue el Indicador de Intensidad de Carbono, sus limitaciones
y posibles mejoras, con el objetivo de reducir las emisiones de CO₂
del sector marítimo en 2030 en un 40 % respecto a las de 2008. Entre las
conclusiones, se señaló que el mecanismo de aplicación de este indicador no incentiva
lo suficiente a las navieras para cambiar su modo de operar.
Asimismo,
se destacó que los datos recogidos y calculados no son públicos. Por tanto,
otros organismos diferentes a los que firman el convenio no pueden
consultarlos.
Por
último, el indicador no considera las emisiones de los combustibles durante
toda su vida. El metanol o el amoníaco emiten menos CO₂
que los combustibles actuales, pero se necesita bastante energía para su
producción. Si se popularizan como combustibles, habrá que calcular su impacto
ambiental real. Y para ello habrá que considerar ese aspecto.
Existen
múltiples medidas de eficiencia e impacto ambiental aplicables al transporte
marítimo. Pero es necesario investigar nuevas tecnologías y mejorar los
procesos logísticos para reducir aún más el consumo energético del sector. El
consenso entre diferentes agentes, empresas y gobiernos será vital para garantizar
la transición en el sector y su futura sostenibilidad.
Fuente:
Yahoo News
https://es-us.noticias.yahoo.com/lograr-barcos-mercantes-sostenibles-192512765.html?guccounter=1&guce_referrer=aHR0cHM6Ly93d3cuZ29vZ2xlLmNvbS8&guce_referrer_sig=AQAAAJubGTrSPPzHyNDbeJg2YwTLHMq_pZJVP-w8TxpuNQ82JiBj4t111-scHmDH1uZI4DtpwRdylOEb87KmKO01AWZ8CtNJTjdtut4jZnnSxAlGRaeKFo3U77RRG_ux1LI_ZrNaxb1FoH-kLjEbZusaKeXyD56xO-PhatY-vrmUV1By